FILOMED Filosofía Crítica Materialista y Medios de Comunicación

FILOMED ES UNA SECCIÓN ESPECÍFICA DE ASINCRO (ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA POLÍTICA) QUE SE CENTRA EN LA CRÍTICA FILOSÓFICO MATERIALISTA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN INMERSOS EN EL PRESENTE POLÍTICO ECONÓMICO Y SOCIAL

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domingo, marzo 16, 2008

¿EDUCAR A LA (futura) CIUDADANIA EN MEDIO DE LA DEMOCRACIA DE MERCADO Y/O DIRIGIR LA CONDUCTA POLÍTICA DE LOS CIUDADANOS? PROFUNDIDADES RETÓRICAS



educacion para la ciudadania en España


ensayo de análisis de algunas de sus facetas con implicaciones sociopolíticas e ideológicas


el PSOE (partidido socialdemócrata español, cuyo nombre oficial es Partido Socialista Obrero Español) colocó esta asignatura en un lugar privilegiado dentro de su última Ley de Educación (LOE, del año 2006)

Es de un interés relevante recordar y tomar en cuenta que para introducir esta asignatura en el nivel de 4º de ESO(alumnos de entre 15-16 años) y en 1º de Bachillerato ( alumnos de entre 16-17 años ), los gestores del Ministerio de Educación español socialdemócrata ( PSOE ) intentaron eliminar las asignaturas críticas del área de la Filosofía del sistema

gestores de esta ley intentaron eliminar del sistema educativo las dos asignaturas en las cuales se trataban ya de modo crítico y dialéctico, polémico , aspectos relativos a lo que se entiende mundanamente como el concepto y el ejercicio de Ciudadanía Democrática, a saber: Etica de 4º y Filosofía de 1º, además de algunos textos selectos de autores clásicos en la asignatura de 2º de bachillerato , Historia de la Filosofía, como podrían ser Platón,Santo Tomás,Locke,Kant,Rousseau,Marx,Ortega y Gasset , entre otros
Una vez puesta en marcha la nueva Ley educativa española y la nueva asignatura relativa a una educacion para la ciudadanía
de las democracias homologadas del modelo neoliberal
las editoriales y algunos filósofos por ellas contratados se ponen a la tarea
de ofrecer a los profesores de secundaria y bachillerato la nueva estrella educativa


Todo ello dentro de un clima en el que el enfrentamiento entre los padres y colegios de los setores sociales conservadores y católicos, que lleva a un intento por parte de dichos sectores de enfrentar al PSOE mediante acciones dirigidas a potenciar al máximo la OBJECIÓN DE CONCIENCIA (CONTEMPLADA EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA VIGENTE) EN CONTRA DE LA OBLIGACIÓN DE QUE SUS HIJOS SEAN EDUCADOS EN ESE MODELO DE CIUDADANÍA DEFENIDO Y OBLIGADO POR EL PARTIDO DOMINANTE EN ESTOS MOMENTOS
( PSOE )


Ponemos a continuación un intento polémico de contraste de dos( de las diversas posibilidades existentes) posiciones acerca de la Edcucación para la Ciudadanía:


Posición 1 :
tal como es presentada por una de las diversas editoriales ( elegimos la de editoral SM, de raigambre católica) a disposición de quienes etngan interés en adentrarse un poco más en esta temática, compleja , sin duda, pero cuyo estudio crítico es na cuestión de crucial interés políitico y social. Elegimos esta posición por la repercusión ( por su trayectoria como autor de éxito editorial, digamos) del autor al cual se le encargó el texto: José Antonio Marina

Posición 2 :
la del ex catedrático de Filosofía Gustavo Bueno cuya trayectoria es conocida, autor de varios libros polémicos sobre Filosofía y temas clave como la guerra, la Bioética, la Filosofía Política, la Televisión y su conexión con la Demoracia, entre otros libros podemos citar el último ( la Fe del ateo ) que en cierto modo conecta , de modo más o menos directo con el tema que nos ocupa: la implantación en España de las asignaturas Educación para la Ciudadanía, Etica y Ciudadanía y Filosofía y Ciudadanía

Me parece además interesante analizar el asunto tomando como referentes estas dos posiciones pues ya ha habido un interesante enfrentamiento dialéctico entre los defensores de las posiciones cuya confrontación sugerimos analizar a raíz de una mesa redonda en la cual participaban tanto Marina como Bueno, televisada por RTVE, del XL Congreso de Jóvenes Filósofos en Sevilla el año 2003 El interés de esta previa confrontación entre G Bueno y J A Marina puede radicar en parte en constatar posibles aspectos de la génesis de la actual estructura que será ejercitada en las escuelas e isntitutos de España en los próximos años, es decir, el ejercicio de la LOE en cuanto a los contenidos y objetivos de la Edcucación para la Ciudadanía en sus distintos cursos y niveles educativos decisivos para nuestros niños y jóvenes adolescentes, los futuros ciudadanos y votantes españoles de la democracia realmente existente. La democracia del Mercado pletórico y de la televisión como fabricante y develadora d ela basura de nuestras sociedades del presente

POSICIÓN 1
COMENTARIO DE LA EDITORA( SM ) DEL LIBRO DE TEXTO JOSE A MARINA para la asignatura Etica y Ciudadanía de 4º de ESO ( alumnos de entre 15-16 años )

"¿Enseñaría usted esto a sus hijos?"
Esta información fue publicada por EL MUNDO, en el semanario Crónica del 24 de junio de 2007, número 609. Se reproduce aquí por su interés educativo.
MAS DE 226.000 alumnos de Secundaria de siete comunidades (Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Extremadura y Navarra) estudiarán el próximo curso la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Los del resto de España comenzarán en 2008 y los de Primaria, en 2009. Según el Ministerio de Educación, la materia nace para favorecer «el desarrollo de personas libres e íntegras» y «la formación de futuros ciudadanos con criterio propio». La Conferencia Episcopal, por contra, entiende que el Estado trata de esta manera de convertirse en «formador de la conciencia moral» de los estudiantes y defiende que se recurra «a todos los medios legítimos». Grupos católicos ya han iniciado campañas para promover la objeción de conciencia. Así las cosas, José Antonio Marina, uno de los principales impulsores de la asignatura, defiende que es necesaria: «Cada vez que surge un problema, la sociedad se vuelve a la escuela pidiendo soluciones. Esta asignatura debería ser la respuesta de la escuela a esa demanda». El filósofo es autor de uno de los libros de texto en el que los escolares estudiarán la materia. «Crónica» extracta su contenido para que usted mismo juzgue
Arranca en septiembre [CURSO 2007-2008 ] la materia de Educación para la Ciudadanía -en Secundaria; en 2009 llegará a Primaria- y las editoriales ya tienen listos los libros de texto. Algunas han recurrido a autores de prestigio. De mucho prestigio. La catedrática Carmen Pellicer coordina el de Santillana, Fernando Savater prologa el de la editorial Laberinto y el filósofo José Antonio Marina, colaborador de Crónica y uno de los principales impulsores de la asignatura, es el autor del de SM.
«Nuestra convivencia íntima, nuestro sistema político, nuestras relaciones vecinales deben estar orientadas por valores éticos que nuestros jóvenes deben conocer», sostiene Marina. «Estamos intentando construir una casa común, un gran proyecto ético y necesitamos que nuestros hijos lo conozcan, lo valoren y lo prolonguen. Cada vez que surge un problema social -droga, embarazos adolescentes, violencia, accidentes de tráfico, fracaso escolar- la sociedad se vuelve a la escuela pidiéndole soluciones. Esta asignatura debería ser la respuesta de la escuela a esa demanda». Entresacamos algunos párrafos del libro de SM de Marina para escolares de 2º y 3º de ESO (entre 12 y 14 años).
José Antonio Marina: "Los valores éticos fundamentales son la vida y su dignidad, la libertad, la igualdad, la seguridad y la paz".
1. LA CIUDADANÍA
Se llama ciudadanía a la relación entre un individuo y una comunidad política. Gracias a ella, el ciudadano goza de determinados derechos y determinados deberes.
2. ¿QUÉ TIENE QUE VER CON LA FELICIDAD?
Todo lo que hacemos lo hacemos para ser felices. La felicidad personal es un estado de satisfacción personal y de plenitud en el que podemos desarrollar nuestro proyecto de vida.
Para conseguirla necesitamos vivir en un ambiente que no lo impida y, a ser posible, que la facilite. Necesitamos que la sociedad sea feliz.
3. EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA
La Historia es, en parte, una narración de conflictos. En Educación para la Ciudadanía contamos otra historia, la del intento de los seres humanos por resolver bien los conflictos, por abandonar la ley de la violencia, y construir el proyecto común. Estudiamos las mejores soluciones que ha encontrado y sigue encontrando la inteligencia humana para resolver los problemas fundamentales que plantea la búsqueda de la felicidad personal y la convivencia.
4. LOS VALORES ÉTICOS FUNDAMENTALES
Hay bienes que todos necesitamos disfrutar para poder tener una vida feliz y digna. Son los bienes materiales y educativos imprescindibles para desarrollarnos como personas; la libertad; la igualdad; la seguridad, y la paz.Decimos que tienen un valor ético porque son imprescindibles para realizar el gran proyecto humano de lograr un mundo justo.
5. LOS DERECHOS HUMANOS
Los valores fundamentales son imprescindibles para vivir una vida feliz. Por eso los hemos protegido con los derechos humanos, que son aquellos que garantizan el derecho de cada persona a disfrutarlos, así como la obligación de defenderlos.
6. LA DIGNIDAD
Es una cualidad que tienen todas las personas que las hace valiosas, importantes y respetables por el hecho de ser personas, con independencia de su fuerza, riqueza, conocimientos, cultura, religión o sexo. No son valiosas porque «valgan para algo», sino en sí mismas, por existir.
7. DERECHOS
Un derecho es todo aquello que puede exigirse de forma legítima a los demás. Los derechos humanos son los que protegen y aseguran el acceso de todas las personas a los valores fundamentales para vivir dignamente.
8. DEBERES
Lo deseable es tener derechos, es decir, poder exigir o hacer todo lo que la ley nos permita. Pero para que esto sea posible tenemos que cumplir nuestros deberes. Deber es la obligación o necesidad que tenemos de hacer algo para conseguir un fin. Para poder exigir nuestros derechos, tenemos que respetar los de los demás.
9. LAS NORMAS
Los derechos imponen deberes y para concretarlos, exigirlos y poderlos realizar, hemos creado normas. Una norma es una regla que nos indica cómo se debe hacer una cosa. Las normas justas son las que sirven para resolver conflictos, son dadas por una autoridad legítima, mediante procedimiento legítimo y no contradicen derechos fundamentales de los afectados.
10. LA CONCIENCIA CÍVICA
La conciencia cívica es la que nos indica cómo debemos comportarnos como ciudadanos. Todo ciudadano debe conocer el gran proyecto ético que la humanidad tiene como reto construir y ser consciente de sus derechos y de sus deberes. Tener la valentía de reclamarlos y cumplirlos.
11. RESPONSABILIDAD
La libertad va asociada a la responsabilidad porque es su fundamento. El buen ciudadano debe ser responsable: saber lo que hace, prever las consecuencias y atender a sus deberes.
12. LA JUSTICIA
La esencia de la justicia está contenida en la llamada «regla de oro»: «No hagas a tu prójimo lo que no te gustaría que te hicieran a ti». A lo largo de la historia todas las religiones han realizado importantes contribuciones a la idea de justicia.
13. LA SOLIDARIDAD
Para que la justicia esté bien orientada necesita estar impulsada, completada y dirigida por la solidaridad.La guía para ser solidarios se encuentra en el principio de reciprocidad: «Haz a los demás lo que te gustaría que ellos hicieran contigo».
14. CONSUMO RESPONSABLE
Es posible hacer un «test de inteligencia del consumidor». Es inteligente el que compra sólo lo que necesita y no algo innecesario porque está rebajado. El que no se deja influir por lo que la publicidad le ha dicho que compre. El que compra lo que realmente necesita, sin pretender presumir o dar envidia al vecino.
15. LA IDENTIDAD SEXUAL
Se llama «heterosexual» a aquella persona que se siente atraída por personas del otro sexo. Y se llama «homosexual» a la persona que se siente atraída por personas del mismo sexo.
La homosexualidad ha sido severamente juzgada durante gran parte de la historia. Y en la actualidad, la legislación de algunos países sigue condenándola. Sin embargo, tenemos la obligación ética de respetar la dignidad de todas las personas, reflejada en la Constitución y las leyes españolas.
16. LA IDENTIDAD RELIGIOSA
Uno de los derechos humanos fundamentales protege la libertad de conciencia, es decir, afirma que cada persona puede tener la religión que desee. España tiene una Constitución laica, lo que significa que no hay una religión oficial del Estado, aunque tradicional y culturalmente la religión católica ha sido la mayoritaria.
Las religiones deben respetarse entre sí. Todo ciudadano -creyente o no- debe respetar las creencias y ritos de todas las religiones, siempre que no vayan en contra de los derechos humanos.
17. LA SEXUALIDAD
En este asunto, como en todos, es necesario guiarse por los valores de responsabilidad, justicia y solidaridad:- Sexo responsable. Las relaciones deben ser libres y conscientemente aceptadas.- Justicia y sexo. La justicia tiene que ver con el respeto a los demás. Resulta injusta la actuación de una persona que se aprovecha de otra para tener satisfacción sexual, por ejemplo, engañándola.- Solidaridad y sexo. La sexualidad humana está orientada al establecimiento de fuertes vínculos afectivos entre los seres humanos y a la procreación.
18. LA FAMILIA
La familia es el núcleo de la sociedad. Han aparecido nuevas formas:- Familias monoparentales, en las cuales los hijos viven sólo con uno de los padres. Puede deberse a una separación, divorcio, al fallecimiento de uno de los dos o a la decisión de una persona sola de tener o adoptar hijos.- Familias reconstituidas tras un divorcio o separación, en las que pueden convivir hijos de distintas parejas.
19. URBANIDAD
La urbanidad es el conjunto de comportamientos respetuosos hacia los derechos de los demás ciudadanos y hacia su bienestar. Por urbanidad, no hacemos nuestras necesidades fisiológicas en la calle, procuramos evitar conductas groseras, ruidosas, dejamos la basura en los contenedores en vez de tirarla a la calle, o seguimos unas normas al comer, para no provocar repugnancia.
20. EL TRABAJO
Se entiende por trabajo el esfuerzo necesario para producir algún bien.
Todos tenemos el deber de trabajar. El que pudiendo trabajar no lo hace se está aprovechando del trabajo de los demás. Pero, además de un deber, el trabajo es un derecho. Los seres humanos necesitamos ganarnos la vida trabajando.
21. LA ESCUELA
Los adultos van a trabajar, y los niños y los jóvenes también. La escuela es el lugar de trabajo de la gente joven. Estos últimos podrían replicar que no se les paga un sueldo, pero esto no es verdad. Todos los ciudadanos se comprometen a pagar a cada estudiante de enseñanza secundaria 4.000 euros al año. Lo que ocurre es que no se lo pagan en dinero sino en clases, profesores, libros.
22. LA GLOBALIZACIÓN
Es el proceso, fundamentalmente económico, que consiste en la creciente integración de las economías nacionales en un mercado mundial. Genera riqueza, pero también da lugar a profundas desigualdades.
23. LA DEMOCRACIA
Se llama democracia a la participación del pueblo en las tareas de gobierno. Es la forma política más eficaz para realizar el proyecto ético común de alcanzar un mundo más justo.
24. CIUDADANOS Y POLÍTICOS
Los protagonistas de la democracia somos los ciudadanos. Los políticos son profesionales a los que contratamos para que trabajen por el bien común. Si no lo hacen bien, podemos cambiarlos. Los ciudadanos tenemos la obligación de indicar a los políticos lo que queremos y vigilar para que hagan bien su trabajo.
25. LA DEMAGOGIA
Es la estrategia política de ciertos líderes que, para satisfacer sus propios intereses, buscan atraerse a la opinión popular mediante halagos, falsedades y exaltando los ánimos, en lugar de usar argumentos racionales. La manipulación que pretende la demagogia será más difícil de lograr cuanto mayor sea la formación y cultura de los ciudadanos.
Extractado de «Educación para la Ciudadanía. ESO», de la editorial SM


POSICIÓN 2

Gustavo Bueno

El mito de la felicidadAutoayuda para desengañode quienes buscan ser felices Ediciones B, Barcelona 2005 150×230 mm, 394 páginas, ISBN 84-666-2063-X Primera edición: abril 2005 [en las librerías el 23 de abril] «El mito de la felicidad.» «La filosofía de la felicidad es una cáscara vacía cuando la felicidad se ha separado de los contenidos metafísicos que le dieron origen. Y a esta confusión contribuyen los abundantes libros, que arrojan sucesivamente al mercado las editoriales, titulados filosofía de la felicidad, escritos generalmente por profesores de filosofía que meten en el mismo saco, con objeto de llenar el cupo de páginas concedidas, una exposición de Epicuro y una de Aristóteles, a Santo Tomás y a Bertrand Russell, como si todos ellos fueran respuestas alternativas a una misma cuestión previa y exenta: la Idea de la Felicidad humana.» Con estos presupuestos y desde una perspectiva no exenta de polémica, el filósofo Gustavo Bueno, creador del sistema del «materialismo filosófico» y autor de obras tan conocidas como El mito de la Izquierda, aborda en esta obra el análisis del estado de ánimo más anhelado a lo largo de la historia de la humanidad.


Noticias, reseñas, críticas y comentarios sobre este libro
¿Es la felicidad un mito necesario?, El País, Babelia, 7 julio 2001• Gustavo Bueno revisa en un libro el mito de la felicidad, La Voz de Asturias, 27 abril 2005• Bueno: «Los libros de autoayuda son para débiles mentales», El Periódico, 29 abril 2005• Rubén Espiniella, «Don't worry, be happy!», El Comercio, 4 mayo 2005• Sobre la felicidad no se puede fundar una ética, como muchos hoy pretenden / LNE / 8 mayo 2005• ¿Es esencial buscar la felicidad?, Silverio Sánchez Corredera, El Catoblepas 41:24• José Ignacio Gracia Noriega / Desmontando mitos / LNE / 29-30 octubre 2005• Francisco Palacios / La felicidad canalla / LNE / 14 noviembre 2005


En cuanto al libro (3), el de José Antonio Marina, como autor encargado por la Sociedad Marianista (por cierto, una institución católica, lo que nos da pie de paso para observar cómo ciertas órdenes religiosas católicas, sin perjuicio de los enfrentamientos de la Conferencia Episcopal con el Gobierno socialista, practican el posibilismo ofreciendo libros de texto para educar a la ciudadanía) sólo diremos, en primer lugar, que se mantiene también en la «plataforma estratosférica» (ni una palabra sobre la kale borroka o el terrorismo etarra, al hablar de la violencia ciudadana) y, en segundo lugar, que ni siquiera se advierte el menor esfuerzo para remontar la vulgar perspectiva psicologista de los planteamientos y la papilla humanista que desde esa perspectiva puede destilar. Este subjetivismo psicologista queda consciente o inconscientemente simbolizado en los planos de las ciudades ideales (que figuran en la portada y contraportada, y en las guardas del libro, y que suponemos inspiradas por el Padre Guillermo José Chaminade), planos cuyas calles y plazas («Plaza de la Conciencia Cívica», «Plaza de la Ciudadanía», «Avenida de la Reponsabilidad», «Calle de la Fidelidad») aparecen integradas en el interior de dos cráneos siameses unidos frente a frente, con posibilidad de diálogo, por la «Calle del Respeto».
Página 62: «Los seres humanos en nuestra búsqueda de la felicidad hemos luchado por la abolición de la esclavitud.» Es difícil ponerse en el pellejo de un autor veterano que es capaz de expresar semejante majadería sin la menor sombra de autocrítica. ¿Qué tiene que ver la búsqueda de la felicidad con la abolición de la esclavitud? ¿Acaso la abolición de la esclavitud no tuvo lugar al margen enteramente de semejante lucha, e incluso llevaba consigo a la infelicidad a tantos patricios o empresarios esclavistas, que llegaron hasta perder su vida? En la página 67 nos presenta una anciana, sonriente por supuesto, que lleva como leyenda: «Las personas son valiosas en sí mismas, por existir, porque son insustituibles.» ¿Esta es la razón por la que son valiosas? ¿Acaso no es sustituible un asesino etarra, cuando es detenido, por otro asesino que tiene las mismas «destrezas y competencias» (que la educación para la ciudadanía correspondiente le habrá enseñado) para pegar un tiro en la nuca a un ciudadano de San Sebastián, de Sevilla o de Madrid? Luego no será la simple existencia la que confiere valor a las personas.
«El gran proyecto lo haremos consistir en construir un mundo feliz y justo». Pero esto será cualquier cosa menos un proyecto, pues resulta (como nos dice a continuación el autor) que es un proyecto que tenemos que cumplir todos si queremos que «la casa común se realice». Pero un proyecto común (si queremos) que apela a la contingencia de la reunión de todos los 6.500 millones de quereres de proyectos, no es un proyecto, sino una mera fórmula retórica que pretende marcar una tarea infinita a los aprendices de ciudadanos, a fin de mantenerles en un clima de esperanza vacía, denominada mentirosamente como proyecto.
Página 98: «El buen ciudadano tiene como regla de oro: actúa con los demás como te gustaría que los demás hicieran contigo.» Pero esta regla, que es puramente formal (es decir, que no atiende a la materia reglada), sólo demuestra la condición áurea cuando se presupone ya dada una materia que efectivamente permita la existencia de buenos ciudadanos, según la definición de los mismos que, además, habrá que dar previamente. Supongamos que a un individuo lo que le gusta de verdad (incluso como sentido de su vida) es que le erijan una estatua de bronce en su pueblo. Su regla de oro, como buen ciudadano, le llevará a conseguir erigir estatuas de bronce a todos los demás individuos de su pueblo, a todos sus conciudadanos; y este proyecto generoso daría sobradamente sentido a su vida, aunque su fracaso estuviera asegurado, porque su tarea jamás se acabaría. Con esto queremos decir que la dificultad de una regla de oro no está en su forma, sino en su materia; y precisamente esta es la crítica (que el autor debiera haber tenido en cuenta) a todos los principios formales clásicos que han sido propuestos como normas de la acción. Por ejemplo, el principio de la sindéresis («lo bueno ha de ser hecho, lo malo ha de ser evitado») o el imperativo categórico («obra de tal modo que la máxima de tu conducta pueda convertirse en ley universal»). Porque la cuestión es determinar qué es lo bueno y qué es lo malo, cual es la máxima de tu conducta que pueda convertirse en ley universal. No hay duda que la máxima de la conducta de Hitler con relación a la raza aria pretendió convertirse en ley universal para los que se creían arios. No hay duda de que la norma de sindéresis de Stalin era más o menos esta: es bueno todo lo que favorece a la Unión Soviética, y es malo todo lo que la perjudica.
El libro de Marina es tan abundante en preceptos vacíos y en vulgaridades enteramente superadas que no creemos merezca la pena para el lector avisado insistir en el análisis, ni siquiera para ensañarse en la crítica


ENLACES DE INTERES PARA EL TEMA DE EDUCACIONPARA LA CIUDADANIA

programas en formato TV debate dirigidos por el escritor y profesor de Filosofía Gabriel Albiac http://www.libertaddigital.tv/ldtv.php/programas/reeducacionparalaciudadania/ en los cuales participan invitados con interesantes aportaciones críticas al respecto

Nota de la Universidad Complutense , relativa a uno de sus cursos de verano 207 en El Escorial (Madrid)
26/06/07 http://www.ucm.es/info/cv/subweb/prensa/noticias.html

José Antonio Marina
La controversia política y la llamada a la rebeldía expresada por los obispos ha hecho descarrilar el tren de Educación para la Ciudadanía, la asignatura implantada por la Ley Orgánica de Educación (LOE) como alternativa a la asignatura de religión. Ésta es la tesis que defiende el catedrático de filosofía y ensayista José Antonio Marina, que ayer sumó su voz al debate sobre esta polémica materia que se está desarrollando esta semana en el curso Educación para la Ciudadanía.“Hay un pulso político al Gobierno e incluso hoy hay una intervención urgente del PP en el Congreso para pedir que retire la asignatura, como si nos fuera la vida en ello”, declaró a los medios el autor de Aprender a convivir, quien también considera que “no hay ninguna justificación” para la oposición frontal de los obispos. “Con todo este asunto, la asignatura está destruida y ahora es el momento de pedir cuentas y aclarar de quién ha sido la culpa”, afirmó Marina, que defiende a capa y espada la necesidad de implantar este tipo de enseñanzas.“Es absolutamente imprescindible, sólo tienes que mirar cómo está la calle y cómo se comportan los chicos: droga, violencia, fracaso escolar, falta de civismo, decepción y desinterés por la cosa pública…”, explica. Según este filósofo, no es aceptable la sospecha de que “cada gobierno inculcará su propia moral en Educación para la Ciudadanía”, ya que “hay una serie de valores universales, como la Declaración de loa Derechos Humanos y la Constitución, que el Estado tiene la obligación de fomentar y transmitir”.
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Lo que podemos ver, en resumen, es que de facto, el tema de EpC se ha ido llevando ( por las jerarquías católicas y del Partido Socialista ) a un terreno prácticamente dominado por la ya vieja polémica entre Religión(católica)y Etica ( laica , pero un laicisimo impregnado de krausismo, el sistema filosófico que está en gran parte presente en la génesis de la obsesiva posisicón del PSOE respecto de su asignatura estrella de la nueva Ley de Educación, la patéticamente célebre Educación para la Ciudadanía Democrática)
Algunas claves para comprender esto que comento las podemos buscar en los libros El Mito de la Cultura y en El Mito de la Izquierda de Gustavo Bueno y en algunos artículos de la revista El Catoblepas sobre el Krausismo y su vinculación ideológica (de interés esencial consultar los análisis de dicho sistema y su impacto educativo político en la web del Proyecto de Filosofía en Español) con el Gobierno de Zapatero y su plataforma ideológico política vinculada por cierto con esa Idea de una Alianza de Civilizaciones , nebulosa pero retóricamente muy beneficiosa cara al electorado ingenuo o dócil ante semejante engendro demagógico